martes, 16 de octubre de 2012

Más allá del crash

Más allá del crash.
x Jesús Gabriel, un astrólogo de Barcelona. 

Me he dedicado estos días a hacer prospectiva sobre el crash del 2013, además de sobre otros temas. Lo que podía decir está ahí. Sólo añadiré que si este embrollo empezó en el 2008, y la cresta de esta ola llega a su máximo en el 2013, lo que queda para que la cosa se calme es otro tanto de 5 años: es decir, hasta el 2018.
Ahora me voy a atrever a hacer un vaticinio ideal sobre cómo podría quedar el mundo en el 2020. Bien, más que vaticinio, un deseo de que sea así.

• Espero que en el 2020 la economía no esté en manos de eso que han venido a llamar mercados, pero que en realidad era un eufemismo que nos demuestra que la política y los políticos han abandonado sus responsabilidades sobre el largo plazo y se han dedicado sólo a políticas cortoplacistas hechas para no se sabe bien qué.
Ello, el control sobre el mercado, va a suponer un mayor intervencionismo a todos los niveles, nos guste o no. Es como un golpe de estado que el sistema se da a sí mismo. Por otro lado, aunque parezca una contradicción, las instituciones se miniaturizarán, se recortarán, especialmente en aquellas prestaciones sociales que hasta ahora cubrían. Con el tiempo, gran parte de esas prestaciones serán gestionadas por lo que ahora está al cargo de onegés y movimientos de voluntariado. Es decir, gran parte de las iniciativas que están surgiendo acabarán profesionalizadas e integradas en servicios sociales que se financiarán con fondos privados y públicos. Se impondrá la cultura del voluntariado y la cultura del mecenazgo. Las cooperativas formadas por emprendedores sociales están a punto de llegar. Y hasta es posible que las cooperativas, todas, den lugar a una nueva cultura con peso suficiente como para influir sobre los gobiernos. Hasta es posible que emerjan cooperativas-lobby que dejarán chiquitos a sindicatos y partidos políticos.

• Espero que de cara al 2020 la política y los políticos sienten la cabeza y empiecen a actuar de acuerdo a las necesidades ciudadanas. Quien quiera lucrarse a nuestra costa con la cosa pública, que se dedique a otra cosa. Pido, también, que accedan a la actividad política personas valiosas, carismáticas y conscientes de su función y de su repercusión sobre los ciudadanos.

• Espero que los países, tanto los actuales como aquellos otros que accedan a su independencia, se gobiernen no por partidos, nombre muy poco augurioso para algo que debe inspirar unidad,  sino por plataformas de participación ciudadana constituidas por personas con conciencia.
Por la misma razón, espero que los partidos se dejen de mezquindades y de conveniencias y vayan un poco más allá de sus intereses electorales y de los habituales beneficios "de familia". En otras palabras, que se abran al pueblo al que dicen representar. Por otro lado, espero también que el pueblo no se conforme con ir a votar una vez cada cuatro años y piense en ir creando otras formas de participación en la vida pública, al estilo de la cooperativa-lobby.

• Espero que eso que llaman sanidad sea en favor de la salud, no de la farmacracia o del mercado.

• Espero que el imperio de la chapuza sea sustituido por el de la competencia y el de la responsabilidad.

• Espero que la ecología y el respeto por el medio ambiente sean una realidad, no una teoría o algo que meramente se proclama y no se hace.

• Espero que nos dejen de fumigar o contaminar con metales pesados y transgénicos. No me cabe en la cabeza que nos quieran enfermos. Bien, de hecho ya estábamos bastante enfermos de momento que consentimos que los políticos estén actuando como actúan; o, también, yendo atrás, y mucho antes que las fumigaciones, hayamos apoyado y entronizado a dictadores, sátrapas y otras especies indeseables que defendiendo lo humano, nos decían, mientras fusilaban sin contemplaciones a miles de personas por el sólo hecho de no tener el mismo color de piel, de pensar.

En el 2020 se forma una triple conjunción planetaria que será tan inusual como inusual será el mundo que emerja a partir de ese año. Sin embargo, el 2020 se abrirá un ciclo que contendrá otro movimiento brusco nada más empezar. Eso sí, de otra naturaleza y con otros temas encima de la mesa. Entre ellos, el cambio de paradigma energético

1 comentario:

Maria dijo...

...todo, todo y todo. Habló una persona de verdad. Amén