sábado, 2 de febrero de 2013

Operación Escorpio: el retorno del exorcista

Escucho al periodista Lluís Permanyer hablar de los estragos que la piqueta causó en edificios modernistas. Decía que él había estado pensando que se debía al franquismo, hasta que fue viendo que el asunto de cargarse edificios históricos y artísticos fue por obra y gracia de la especulación, por decirlo suavemente. Es decir, que la corrupción depredadora no era tanto una cosa que debia achacarse a un régimen dictatorial sino que en la propia sociedad catalana ya había personajes capaces de vender parte del alma del país al diablo. Hasta es posible que esos mismos personajes, o parecidos, estén al frente de instituciones honorables.

Hace días leí a Xavier Sala i Martín, que venía a decir que si sumáramos las pequeñas corrupciones que se comenten por motivos nimios, entendiendo nimios aquellos que no son el Cas Palau, nos encontraríamos que el monto total dejaría pequeño a cualquier caso de corrupción política. Es decir, que la corrupción está en todos sitios y nos afecta a todos. Dicho de otro modo: todos somos corruptos, aunque en desigual medida. Lo único que cambia es que tal medida es mayor o menor en función de las posibilidades de ejercer la corrupción.

En un artículo firmado por Marta Favá, que leo en el número de diciembre de la revista Carrer 126 -editado por la Federació d'Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona-, nos recuerda la cantidad de desaguisados cometidos por la Iglesia en relación a la "desamortización" de conventos a cambio de ventajas económicas difíciles de confesar. Sin comentarios.

El retorno del exorcista: Una explicación astrológica.

Bien, el caso es que esta oleada, a parte de ocurrir porque clamaba al cielo, y nunca mejor dicho, forma parte de un vaivén cíclico. Como ya comenté en otro artículo, Catalunya es Escorpio. El caso es que Saturno está transitando por este signo desde el 2012 y hasta el 2015. Saturno es la voz de la conciencia, por decirlo de algún modo. Es decir, nos lleva a poner atención sobre aquello que se ha estado haciendo a espaldas de la ciudadanía y, también, con su consentimiento. Ha habido una connivencia. El caso es que la crisis ha favorecido que la ira del pueblo se dirija ahora hacia quienes lo debían haber defendido. Si el mercado, como nos han estado diciendo desde el 2008, es quien manda, será porque lo político ha hecho dejación de sus responsabilidades, digo yo.

El caso es que uno de los casos de corrupción que ha sacudido las conciencias ha sido el llamado Cas Palau, con Félix Millet en el centro de las miradas. También, como no, los casos que afectan a diversos partidos políticos. Hay personas, Oscar Tusquets, el arquitecto que hizo la reforma del Palau, dijo que hay muchas más personas implicadas. Pues, por favor, que salgan todas del armario, que alguien acabe de tirar de la manta entera.

La última vez que Saturno transitó por Escorpio, signo de Catalunya, por si faltaba remarcarlo, fue en el periodo 1982-1985. En esos años Felix Millet fue acusado e ingresado durante 15 días en prisión por el caso Renta Catalana. Fue un tiempo muy delicado, pues también quedó salpicado Jordi Pujol (Banca Catalana). Bien, pues justo después de estos hechos se creó el Consorci del Palau, la plataforma que ha servido para los desfalcos y corruptelas que ahora están pendientes de juicio. El cinismo no tiene límites. Lo peor es que Félix Millet es únicamente la punta del iceberg. Quedan por salir del armario muchas personas que se beneficiaron en la sombra de este macabro juego.
 
Ahora, con Saturno otra vez de visita, la familia Pujol y los Millet, entre otros, vuelven a estar en el centro de las miradas. Curioso, ¿no? Pues esperemos que el exorcista haga a fondo su trabajo y no nos deje cabos sueltos por atar que tengamos que soportar durante otros 30 años.

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