viernes, 18 de diciembre de 2015

Calcarea Phosphorica y el grado 15 de Acuario


Calcarea Phosphorica y el grado 15 de Acuario: el compromiso comunitario y la evasión de la individualidad.

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La cualidad básica de Calcarea Phosphorica es que se trata de personas asustadizas y ansiosas, aunque lo que más les sobresalta proviene de su imaginativa mente. Por otro lado, viven o muy dentro de si o muy fuera, como si el paso de un lado a otro fuera puesto en marcha por un botón que hiciera incompatibles ambas dimensiones. La necesidad de estar consigo mismo choca con la necesidad de mantener un contacto social nutritivo. Hay en Calcarea Phosphorica una dificultad para conciliar las necesidades interiores con las exteriores, las espirituales con las mundanas, las individuales con las sociales.
A menudo nos encontramos con personas de esta tipología que son muy finas para unas cosas y muy torpes para según qué otras. Ello también sucede en la esfera social, en la que la persona oscila entre comportamientos armoniosos con inarmoniosos, causantes de bienestar o de malestar.
El otro rasgo básico es que Calcarea Phosphorica padece de ausencias o distracciones. Es capaz de concentrarse y seguir el hilo, aunque, por lo general, como tiende a aburrirse fácilmente, se ausentará de lo que esté ocurriendo (aunque no deje de estar presente). La capacidad para mantener la atención es frágil y, aunque suele ser un observador muy fino, puede perderse en dispersiones si el contexto no le procura el bienestar que necesita para mantener la concentración. Por consiguiente, las tomas de Calcarea Phosphorica puede ayudar a quien necesitaría concentrarse y acaba dejándose perder el tiempo de forma dispersa.

La otra tipología, más evolucionada e igualmente relacionada con Calcarea Phosphorica, está representada por personas sensibles hacia el bienestar de los demás. Suelen ser empáticas, volubles y dispersas. Suelen idealizar la relación con lo comunitario, acaso porque tienen mal conceptualizado su propio egoísmo.
Por estas mismas razones, alterna la predisposición a ayudar a los demás con la superficialidad o falta de concreción en cuanto a expresar las propias necesidades, lo cual da lugar a que estas personas acaben poniendo difícil que los demás las conozcan en profundidad.  Por decirlo con pocas palabras, el punto débil de estas personas gira alrededor de la intimidad. Se encuentran más cómodos en el grupo o en relaciones etéreas, pues es de esta manera que se esconden. También se esconden a través de la soledad, lo cual da a entender que esta persona necesita tanto de la proximidad como de la distancia. El otro centro de gravedad es que Calcarea Phosphorica siente que le falta solidez y solvencia emocional, lo cual dificulta que pueda tomar decisiones. Es decir, teme definir para así evitar enfrentarse a las consecuencias de los actos.

Estas personas pueden prestar atención a diversas necesidades de otros, yendo de aquí para allá sin realmente centrarse o profundizar en ninguna de ellas. Se podría decir, pues, que a Calcarea Phosphorica le cuesta comprometerse, contradiciendo lo que aparentemente quiere transmitir. En realidad no se permite expresar abiertamente lo egoísta que en realidad es. Al tratarse de una persona empática y voluble, transita por las emociones sin dejar que ninguna le llegue hasta el fondo de manera estable y confiable. Calcarea Phosphorica rehúsa permanecer, concentrarse, entregarse. Podría tratarse de una persona angelicalmente etérea, que viaja por las emociones sin detenerse, interesándose por ellas y eludiéndolas a partes iguales.

El otro aspecto de Calcarea Phosphorica guarda relación con las limitaciones. Pareciera que resbalara por ellas, como si tratara de escapar. Experimenta los inconvenientes de la vida como si éstos fueran una imposición que viene desde fuera. Quizá sea por eso que su interés por los demás lo es mientras no suponga un compromiso. Es como si la tipología Calcarea Phosphorica fuera, más que una persona presente, una varita mágica que se posa fugazmente: un ser más espiritual que físico. Quizá sea por ello que a la persona Calcarea Phosphorica le cuesta definir objetivos y necesidades, pues su dispersa fugacidad se lo impide. Así, pues, comprometerse con estar presente y prestarse profundamente a los demás llevaría a esta persona a tener que solidificar, concretar y asumir sus limitaciones y compromisos, lo cual es justo lo que está tratando de evitar.

El grado 15 de Acuario.

Calcarea Phosphorica reverbera en el grado 15 de Acuario. Este grado es uno de los más maternales que pueda haber en el signo de Acuario, lo cual nos lleva a pensar que puede contener un buen potencial para desarrollar habilidades terapéuticas, médicas o psicológicas. Se trata de alguien que conoce el sufrimiento y, por ello, no quiere sufrir. Quizá sea por eso que tiene en potencia el don de tratar con el dolor de los demás, procurando solución o alivio. Sin embargo, este interés por el sufrimiento ajeno puede ser una forma de olvidarse de sí mismo.

Aún con la fugacidad de su empatía, este grado representa una tendencia a somatizar el desorden emocional sobre el sistema digestivo y sobre la piel y los huesos (incluyendo los dientes). Se trata, sin duda, de una forma que tiene la psique de avisar de que algo no está siendo gestionado –por ejemplo, a través de la relación con la comida: ya sea porque come o porque no come-.

La persona representada por el grado 15 de Acuario es tímida o vergonzosa a la hora de expresar directa y claramente sus necesidades, acaso por temor a resultar absorbente o egoísta ante los demás. Prefiere ayudar que ser ayudada. Por lo tanto, podríamos decir que aprovecha su empatía para esconder sus necesidades y sus limitaciones. No sabe, o no quiere, pedir lo que necesita. Sin embargo, hay un temor de fondo en relación a tener que depender de los demás debido a estas necesidades.

Precisamente, una de las quejas internas de Calcarea Phosphorica está relacionada con la sensación de no estar llegando a ningún sitio, lo cual es consecuencia de su tendencia a la fugacidad. También, de tanta dispersión, la persona puede acabar aislándose profundamente del entorno, aún mostrándose cooperativa. Paradojas de Calcarea Phosphorica, la persona, de tan empática que es con las emociones de los demás, no se siente legitimada para expresar sus necesidades íntimas. En todo caso, si lo hace, lo hará sutil e indirectamente, inconscientemente, o procurando no ser demasiado explícita. O a través de una enfermedad que no podrá eludir.

Para Calcarea Phosphorica-grado 15 de Acuario, el sufrimiento humano crea conciencia comunitaria, a la vez que articula y legitima las relaciones de ayuda. Sin embargo, el drama existencial relacionado con Calcarea Phosphorica procede de la no aceptación de este hecho, en la medida que es una limitación, dando lugar a una oscilación entre aceptar y no aceptar estas condiciones engorrosas de la vida material. Acaso sea porque hay una tendencia natural idealista que lleva a aspirar a vivir sin sufrimiento ni dolor, para que no haya necesidad de exponerse a expresar necesidades poco agradables ante los demás.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Alumina y el grado 12 de Escorpio


Alumina y el grado 12 de Escorpio. El sentido insatisfecho de pertenencia.

Por lo general, como hago con todas las tomas homeopáticas, procuro no informarme para qué sirve ni a qué perfil mental corresponde el medicamento en cuestión. Siento que la homeopatia es un pozo sin fondo y que todo lo que hay escrito sobre la materia médica es tan sólo la punta de un iceberg. Por eso prefiero hacer las tomas sin dejarme condicionar. Por lo general, cada medicamento genera una información a nivel mental. 
La mayoría de veces, cuando he hecho tomas con otros medicamentos, esta información acaba llegando a los pocos días. Con Alumina, sin embargo, todo lo que llega parece escaparse. Me está costando descifrar la información, que seguro la hay. Por eso es muy posible que Alumina tenga relación con información sutil que no quiere ser desencriptada, como si se tratara de un registro oculto sumamente resistente a toda indagación. Posiblemente remueva memorias profundas, complejas, viejas lealtades, viejos temores, aprehensiones de origen desconocido, sospechas que se despiertan en relación a las supuestas intenciones de los demás.

Sin embargo, y ya que la información no la veía por dentro, vino desde afuera. La respuesta a mi búsqueda llegó a través de un proceso de coaching que compartí con dos personas que respondían al perfil de Alumina. Fruto de la pertinente observación es que llegué a una determinada conclusión, que expongo a continuación.

Pulsión y propósito. 

En la persona caracterizada por Alumina hay un propósito por mantener ocultas ciertas pulsiones, lo cual impide que se muestren claramente la nobleza de miras de tanto ella como de las personas con quienes comparte espacio vital. Es decir, Alumina disfraza, maquilla o suplanta determinados anhelos de encuentro profundo con los demás. Puede hacerlo, por ejemplo, a través de formas religiosas, espirituales, filosóficas o psicológicas. Sin embargo, el asunto reside en la idealización de este hecho. Entiendo que en Alumina duerme el anhelo por un mundo mejor imposible, y que esta imposibilidad, por otro lado, está encarnada en los demás en un nivel muy profundo y abstracto. Es decir, la persona Alumina es vulnerable a la mezquindad y egoísmo de los demás, tanto más en la medida de su idealización. Es decir, espera un mundo sano, equilibrado y altruista que nunca acaba de darse. Probablemente se trate de alguien que preferiría vivir separado, aislado y protegido de las actitudes mezquinas con las que fatalmente se encuentra (mientras sigue anhelando ese mundo mejor imposible). Por eso, cuando Alumina trata de defenderse, maquillando la realidad, aunque sea pensando en ese mundo mejor, fracasa. Y de ahí viene la sensación de ser agredido. La decepción, cuando se produce, es vivida violentamente. La persona cree que la decepción que experimenta forma parte de un propósito intencionado por parte de los demás. O si no intencionado, teme volver a ser agredida por quienes siente atracción. La fragilidad es alta; tanta, que uno podría sucumbir todos los días a ella. Todos los días hay peligro de experimentar como violación lo que es simple egoismo por parte del otro. Ante estas situaciones, la persona Alumina oscilará entre reclamar su dignidad o vivir sumisamente ante lo que es percibido como abuso. Y todo ello vivido con una gran violencia interna, la cual puede afectar tanto al estado de la psique como al bienestar físico.

El propósito de la persona simbolizada por Alumina, más que seguir defendiéndose sin llegar a sentirse protegida, es procurar tener claras las propias limitaciones, pues una persona así tiende a vivir más en los demás que en sí misma. Así, pues, el drama de Alumina es no poder vivir una relación con otra persona en la que ver reflejados y satisfechos sus anhelos más abstractos y profundos. Entonces, cuanta más frustración por la falta de complicidad, he aquí la paradoja, más se refugia en una abstracción que resultará incomprensible para los demás. Y tal es su intensidad, que si apareciera alguien que mereciera la confianza incondicional éste no entendería la complejidad del mundo interior de Alumina, llegando a confundir su anhelo de amor con engaño y manipulación. Es decir, tomaría la complejidad de la persona Alumina como si fuera un pantano de aguas movedizas, que te atrapa y te engulle en proporción a la necesidad de complicidad y reciprocidad amorosa.

Posiblemente el asunto de origen sea una sensación de pertenencia insatisfecha. Es decir, la persona vivió situaciones, acaso en un remoto pasado, en donde no pudo ver consumado su anhelo de sentirse abrazada o incluida en el mundo de los seres queridos. Por tanto, lo que necesita Alumina es ser querida. Sin embargo, y aquí está la cuestión, su nivel de desconfianza es tan alto que cuando alguien se acerca y es percibido como portador de amor puro, la tendencia a idealizar el encuentro acaba traicionando la posibilidad de satisfacción. Por tanto, pues, Alumina es como un pez que se muerde la cola, o como un escorpión que se mata a si mismo.

Si hubiera que plantear un trabajo específico relacionado con Alumina este sería el de la concentración, ya que la tendencia es a ir a buscar el amor en situaciones sobre las cuales uno mismo acabará matando o muriendo. Cuando hablo de concentración lo digo en el sentido de buscar una actividad que le centre a uno y que no le lleve a dispersarse en situaciones sobre las cuales no obtendrá satisfacción sino, más bien, desilusión. Y por lo que uno mata o muere es precisamente por la frustración a la que está expuesto.

El individuo Alumina es sentimentalmente hipocondríaco, lo cual alimenta el bucle de la insatisfacción y de la susceptibilidad. Entonces, pues, el trabajo sobre el que tomar conciencia consiste en un retorno a la concreción, para salir de la tendencia a dar a los afectos humanos más trascendencia de la que realmente tienen. O dicho de otro modo: salir de las arenas movedizas creadas por la mente no dominada, procurando re-educarla hasta convertirla en una herramienta fiable y justa.

El grado 12 de Escorpio.

La resonancia de Alumina es sobre el grado 12 de Escorpio. Este grado describe una psicología basada en la sospecha, como si la persona fuera un agente secreto que hubiera recibido un encargo de perseguir a asesinos, criminales, corruptos, falsificadores, etcétera. Quizá sea por ello que Alumina es un investigador que atrae lo que investiga multiplicado por dos y sin control. Si no es consciente de ello, la persona queda expuesta a todo tipo de engaños, tensiones y somatizaciones. De algún modo necesita un clima de paz, en donde las tensiones no obedezcan a asuntos sobre los cuales no tiene ningún control. Es decir, procurar no exponerse a promesas que no se cumplen.
Este grado, además, genera propensión a vivir clandestina o furtivamente los deseos amorosos, ya sea por activa o por pasiva. Es decir, tendencia a engañar al otro, por temor a ser egoísta y resultar rechazado, o, justo por la misma razón, dejarse engañar por el otro por temor a que recelar de él estropee la relación. También, y por la misma razón, a enzarzarse en malos entendidos. Por tanto, tenemos la traición como factor clave de este grado. Uno es traicionado, uno traiciona, uno se traiciona a si mismo.
Una forma de defensa es mediante la impostación intelectual o racional. Es decir, la persona parece haber desarrollado explicaciones para todo -en relación a si misma y en relación a la idea que tiene hecha de los demás-; incluso mediante formas paranoicas de comprensión que lo que hacen es dar pie a que se repita la falta de complicidad y apoyo de la que tanto se queja. 
Por tanto, la propuesta de Alumina y el grado 12 de Escorpio gira en torno a concretar y ceñir el conocimiento en base a la experiencia real y limitada, en lugar de estar saliéndose por la tangente de las emociones y quedar así expuesto a situaciones decepcionantes. También, quitar la importancia que se le da al vínculo con los demás, rebajando la idealización y procurando el conocimiento compasivo y sin sentirse obligado por ello a cargar con miserias que no ayudan a nadie.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Del Neoliberalismo al Neoactivismo (2)


Del Neoliberalismo al Neoactivismo (2)

Estados y personas en el Nuevo Orden Mundial.



La Conspiración de Capricornio es una revolución orquestada por las clases corporativas para ejercer un control total del mundo. La pasión por el poder se regenera y amplifica en proporción a cuantos más medios se tienen, y se tienen muchos y cada vez más. Por alguna razón, a las élites les parece necesario concentrar este poder, provocando la liquidación de una parte de la pirámide. Estoy hablando, pues, de que hay una operación de aislamiento y blindaje, lo cual quedaba hasta ahora paliado por la existencia de clases medias y un ascensor social, el cual ha quedado parado desde hace unos cuantos años.



A partir de estos hechos podemos reflexionar acerca de cuál es el papel de los estados en el Nuevo Orden Mundial. A por ello, pues.



a.- El estado debe competir con las empresas. Para ello necesita ser tan rentable como ellas. Mal asunto, pues eran los estados los que estaban disponibles para procurar por los ciudadanos lo que las empresas no suelen hacer.

Este estado competidor no garantista necesita empequeñecerse, para poder ganar en agilidad y así poder moverse con la facilidad de una empresa. Es decir, los estados irán soltando competencias a favor de empresas, dando lugar a un nuevo paradigma que afectará a los funcionarios. Por ejemplo, los recortes en sanidad que afectan a los usuarios son sólo un preámbulo para que el personal sanitario pase de funcionario a empleado. El resultado de todo ello es que el paciente acabará siendo atendido por oligopolios formados por los restos del estado mezclados con empresas privadas. Y lo mismo puede pasar con el resto del funcionariado público. Es decir, el estado se fragmenta y suelta sus fragmentos. A cambio, el estado, pactando con el mercado, al cual cedió gran parte de la soberanía financiera que tenía hace unas décadas, volverá a tener ciertas competencias reguladoras. Es decir, vamos a un mundo más regulado en lo financiero y menos regulado en cosas que hasta ahora estaban aún reguladas.



b.- La otra alternativa es un estado emprendedor capaz de abrir vías que las empresas no serían capaces de asumir. Este modelo sería bastante parecido a la relación que tiene el Estado chino con las empresas. Sin embargo, esta opción obliga a los estados, en relación a las empresas globales, a ser mucho más fuertes de lo que ahora son. Igual que la opción anterior, mal asunto, pues el mercado tiene demasiado poder. Debería ocurrir algo verdaderamente audaz para darle un giro a esta tendencia.



c.- Otra opción es crear mega-estados que lleguen a tener tanta o más fuerza que las mayores empresas, lo cual conllevaría multitud de problemas de gobernanza, incluida la exclusión social de grandes masas de población. Es decir, los mega-gobiernos ya no gobernaran los pueblos sino sólo para una minoría. El resto deberá habérselas con lo que les quede, lo cual facilitará el emerger de una nueva cultura colectivista. Un ejemplo de esta opción sería el TTIP.



Estas opciones requerirán de élites corporativas muy conscientes de lo que se traigan entre manos y de las consecuencias que ello genere. Es decir, en cualquier caso el escenario va a suponer que las instituciones del futuro inmediato sólo van a gobernar para una porción muy selecta de población. Y para el resto, las migas de pan.



Todo ello nos llevará a una conclusión: los grupos sociales que se sientan excluidos de la macro-gobernanza deberán apañárselas para hacerse notar, para tener voz,  para ocupar escenarios locales y globales, para que sus intereses sean tenidos en cuenta. Lo que quiero decir con ello es que no hay que esperar a futuras contingencias que sirvan de detonante, sino, más bien, de lo que estamos hablando es de que la energía que hemos gastado en ser individualistas la hemos de reciclar para convertirnos en individuos que trabajan comunitariamente.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Del Neoliberalismo al Neoactivismo (1)


Del Neoliberalismo al Neoactivismo (1)

Preparándonos para la Conspiración de Capricornio (2020-2053)



En este blog he dedicado varios artículos dedicados a glosar la deriva neoliberal que se viene produciendo desde 1982. En ese año se produjo la última conjunción entre Saturno y Plutón habida hasta ahora, la cual abr un ciclo que expirará en el 2020. Este ciclo, en el que aún estamos, lo he llamado el de la Conspiración de Libra, pues este es el signo en el que se produjo.
En resumidas cuentas, lo que este ciclo ha traído es una liberalización total de la moralidad capitalista, de tal modo que quien ha querido y podido enriquecerse lo ha hecho sin ninguna cortapisa ética. El resultado de ello es la acumulación de poder y de dinero en pocas manos, lo cual percibimos más claramente a partir de la segunda mitad del ciclo, crecientemente desde principios de los 90. La otra consecuencia ha sido el auge del individualismo, que se ha traducido en una desmovilización en relación a motivaciones más colectivistas. Es decir, el individualismo he predominado de tal manera que ha dejado erosionado lo comunitario –e, incluso, la individualidad misma-. Así, pues, al darle a la individualidad la supremacía absoluta (hasta hacerla crecer como un hígado de pato para convertirlo en foi), ha acabado fagocitándose ella misma, de tal manera que el individuo ha acabado convirtiéndose en mero títere del mercado. Es decir, el individualismo ha erosionado la individualidad. Y aunque la situación que vivimos hoy, con tantos recortes y tanta exclusión social, ha hecho rebrotar la conciencia de grupo, la solidaridad y la empatía, lo que se puede percibir es que el espíritu comunitario actual todavía no tiene suficiente fuerza. Y aún más, y dicho sea de paso, muchos, conscientemente o no, utilizan las necesidades del grupo para arrimar el ascua a su sardina particular.

En un artículo anterior traté de cómo podría ser la transición de una economía basada en la propiedad a una economía basada en el uso, en el que los coches y la vivienda, por poner un ejemplo, ya no serían de titularidad personal sino que las personas seríamos usuarias de bienes, los cuales sí serían propiedad de grandes oligopolios. Lo cual, dicho sea de paso, supondrá que esos oligopolios tendrán control de nuestros movimientos, y no sólo los que se producen a través de internet (como ahora). Pues bien, como tantas otras cosas, el que se llegue a ello o no dependerá de si las personas estamos de acuerdo con tal cosa y de si somos capaces de emprender campañas que compensen esta tendencia (si es que ponemos interés en el tema). Lo cual es como decir que habría que tomar la voz. Lo cual, insisto, dependerá de si abandonamos el individualismo y nos convertimos en activistas de intereses colectivos que no queremos que queden ignorados.

Lectura complementaria:
Terrorismo de corbata