sábado, 8 de octubre de 2016

Sabal Serrulata y el grado 23 de Acuario

Sabal Serrulata y el grado 23 de Acuario.




Sabal Serrulata responde a un perfil de baja autoestima que es disimulada con gestos de aparente autosuficiencia, afabilidad y extraversión. Sin embargo, como ahora veremos, todo ello puede ser una artimaña orientada a ocultar una profunda e insondable vulnerabilidad. Debo decir, no obstante, que Sabal Serrulata puede resultar de interés en situaciones concretas o puntuales como, por ejemplo, cuando hombres y mujeres no aceptan la pérdida de interés sexual, ya sea por edad o por enfermedad. Por tanto, Sabal Serrulata suele recomendarse más concretamente para tratar problemáticas relacionadas con los órganos sexuales, especialmente en el caso de hombres. En el caso de las mujeres, aunque también podría utilizarse Sabal Serrulata, la materia médica se decanta más por Pareira Brava (13 de Aries).

Más allá de situaciones concretas, la psicología de fondo relacionada con Sabal Serrulata se corresponde con una persona que parece tener propósitos firmes. Cuando digo parece es porque su impulso les lleva a tenerlos, aunque la tendencia siguiente es a dejarlos sin realizar. Sería equivalente a mostrar un interés sexual fuertemente sentido y luego no proseguir con la culminación del asunto. También, y por la misma razón, pueden ser personas moderadamente simpáticas y extrovertidas, pero que no dan continuidad a sus relaciones. Podría tratarse de individuos talentosos que no perseveran en desarrollar plena y concretamente su valía. También pueden ser personas que se prometen hacer algo que luego no cumplen. Podría parecer que el asunto gira en torno a la falta de disciplina, necesaria para dar continuidad a cualquier visión, afecto o proyecto. O a la falta de voluntad, que es fuerte en ciertos momentos e inexistente, en otros. Sin embargo, como veremos, el asunto es algo más complejo.

La razón de estas interrupciones no puede explicarse por un factor de dispersión. Más bien se refiere a caídas energéticas, o a lapsus o ausencias, a menudo profundos. Es como si el interés se convirtiera en desinterés. Una explicación podría ser que cuando Sabal Serrulata se relaciona con los demás pone tanta energía psíquica que no es de extrañar este tipo de desconexiones. Este vaivén, participación-desconexión, es una señal de que la persona es idealista y, por lo tanto, fácil de caer en decepción y desinterés. Como acabo de indicar, esta energía no es posible encarnarla en positivo en todo momento. Más bien, la persona funciona como un trompo que oscila entre extremos, pues pasa de la idealización y el entusiasmo a la decepción y a la frialdad. Y lo que caracteriza a Sabal Serrulata es que estos vaivenes pueden ser largos. Es decir, etapas largas en las que hay una dedicación al ideal y etapas largas en las que hay una desconexión. El problema aquí es que el curso de las acciones queda interrumpido, haciendo que la persona deje marchitar sus ilusiones y sus estados de ánimo.

El asunto de fondo está muy relacionado con el bajo nivel de autoestima, a menudo camuflado a través de comportamientos aparentemente sociales o extravertidos. O también, a través de actitudes rígidas, dogmáticas o prepotentes. La persona Sabal Serrulata vive más en su mente que en su corazón -o que en la vivencia de su sexualidad real-, pues ahí es donde está la herida.

El estado energético de la persona discurre parejo al de sus ideales, los cuales son utilizados para camuflar la tendencia a desvalorizarse. Sus ideales, por otro lado, corren parejos al de su esperanza. Y la esperanza puede caer, especialmente cuando ésta es tomada como una huida, dejando que se marchite. Lo cual es como decir es que cuando la materialidad de los resultados contradice lo idealizado es cuando sobreviene la caída en el desinterés y en la desconexión. Y ahí es cuando aparecen las consecuencias de aquel bajo nivel de autoestima. La consecuencia de todo ello es que la persona abandona el barco (su mente y su espíritu) o lo deja marchitar. El perfil correspondiente a Sabal Serrulata vibra en positivo cuando se siente enamorado por las ideas. Se siente vital cuando vive por y para las ideas, y siente hastío cuando éstas requieren que se las cuide, pues ahí es donde amenaza el tema de la baja autoestima. Es decir, las visiones de Sabal Serrulata son muy nítidas, como si su desarrollo pleno estuviera a punto de acontecer. Sin embargo, la claridad de estas visiones puede no corresponderse con el tiempo que la cosa visualizada requiere para su materialización. Por tanto, pues, la persona puede dejar marchitar sus ideas, y a si misma, en la medida en que su materialización se demora -o en la medida en que lo visualizado exige unas rutinas que a Sabal Serrulata le parecen limitadoras-. Lo que quiere Sabal Serrulata es huir de la realidad a través de la especulación, ya sea en relación al futuro de la humanidad; o sobre sí mismo, dejándose caer en pensamientos flagelantes.

Otro detalle, muy relacionado con lo indicado hasta ahora, es la facilidad para vivir fuera y dentro de los límites, como si estos no existieran, o como si las fronteras mentales o emocionales pudieran traspasarse fácilmente. Podríamos decir que el sufrimiento aparece cuando Sabal Serrulata toma conciencia de que los límites dejan de ser fácilmente traspasables, y ahí es cuando se da cuenta de que en realidad son sus propios muros internos, de los cuales no se daba cuenta, enamorado como estaba de la idea. Es decir, todo va bien mientras se ve seducido por la idea. En cambio, la realidad cruda, caída la idea, le provoca desesperación.

Una consecuencia de esta forma de funcionar la vemos, por ejemplo, en la forma de relacionarse. Sabal Serrulata puede ser indiferente o moderadamente efusivo, ya sea en relación a personas o en relación a actividades en las que participa. Y cuando se muestra efusivo, rápidamente verá declinar su interés, y no porque no lo tenga, sino porque tiende a descuidarlo, dejando que se marchite. Y la razón de este descuido está relacionado con la baja autoestima. Sin embargo, y quería recalcarlo, el concepto de baja autoestima no puede ser entendido como depresión, sino como falta de confianza ante el futuro (de su propio futuro). Y esta falta de confianza ante el porvenir de un empeño, ya sea en la puesta en marcha de proyectos o en la continuidad de sus relaciones íntimas, se debe a que su vida y su existencia las considera indignas o despreciables, aunque no lo confiese.

El grado 23 de Acuario.

Como Stramonium, la resonancia de Sabal Serrulata recae sobre el 23 de Acuario. Este grado encarna a la persona de natural expansiva y simpática, pero que, por contra, es profundamente pasiva y antisocial, Es decir, se trata de individuos que cuando están creativos parecen muy activos, pero que, a la que se descuidan, pueden caer en la mencionada pasividad y dejarse marchitar. Sabal Serrulata y el grado 23 de Acuario se encarnan en personas a las que les gustan más las ideas que las rutinas que la materialidad impone. Se trata, pues, de individuos que sienten atracción por la creatividad, por el arte, por la belleza, por la intelectualidad o por la espiritualidad. De igual modo, idealizan a quienes no conocen -perciben la belleza del potencial en los demás- y desprecian a quienes conocen -pues éstos encarnan los límites que tanto agobio dan-.

Un trabajo relacionado con ello podría ser poner atención a los límites, de tal manera que no fueran percibidos como impedimentos. Es decir, la persona no tolera las obligaciones que el orden cotidiano exige, pues percibe los impedimentos como algo frustrante, injusto, agobiante o que amenazan su frágil autoestima. De este modo, vemos a Sabal Serrulata oscilando entre sensaciones gratificantes y estimulantes -como si se tratara de un pájaro volando- o viviendo las rutinas con una sensación de esclavitud -como una ratita dando vueltas en la rueda de su jaula-. Este vaivén puede aplicarse a las relaciones personales.

A la persona Sabal Serrulata-grado 23 de Acuario le interesa llevar a término sus ideas, aunque no tanto cuidar de ellas. De hecho, ve las ideas ya encarnadas antes de que lo estén. Es un visionario al que le disgusta cuidar y mantener este potencial más allá del encanto que tiene la idea cuando ésta aún no exige ni genera obligaciones. Por tanto, la persona, que aprecia el mundo de las ideas y de las visiones, cuando tales cosas entran en camino de la materialización empieza a desvalorizarlas. Por igual razón, la percepción que tiene de los demás experimenta una degradación cuando tales relaciones entran en lo cotidiano, lo cual es percibido, como ya hemos indicado, como si se tratara de un límite agobiante.

En resumen. Sabal Serrulata es alguien que puede resultar extravertido en apariencia y, a la vez, ser profundamente antisocial, como si se tratara de dos capas distintas de la personalidad. Es rígida en cuanto a ideas -recordemos que éstas son lo que da sentido a su vida-. Sin embargo, es desapegada y laxa cuando las ideas han pasado a lo concreto. En este caso, además de laxa, puede incluso llegar a despreciar la realidad de lo que amó cuando lo amado aún no era real. Esta misma forma de actuar la podemos observar en la forma con que las personas caracterizadas por este rubro se relacionan con los demás. Idealizan a otras personas, cuando éstas no forman del entorno cotidiano, y dejan de prestar atención cuando la relación es demasiado cotidiana. La razón de ello es que a estos individuos no les gusta que se les conozca a fondo, por todo lo dicho en relación a su baja autoestima.

1 comentario:

Unknown dijo...

Gracias por compartir este punto de vista tan interesante ya que yo consideraba a sabal sólo como un medicamento prostatico.ojala sigan compartiendo más de este tipo de información tan profunda