jueves, 16 de noviembre de 2017

Cannabis Sativa y el grado 18 de Capricornio

De mis experiencias con CANNABIS SATIVA y el grado 18 de Capricornio.

Unas palabras previas a este artículo: el uso del grado que se corresponde con cada medicamento homeopático nos permite entender mejor el mundo en que vivimos. Así, por ejemplo, el grado 18 de Capricornio, que está siendo transitado por Plutón, nos muestra una forma destructiva de ambición. Y es así que estamos viendo cómo esa ambición ha depredado el mundo y se ha agudizado en el mundo durante estos últimos tiempos. Los próximos grados interesantes serán los correspondientes a otras dos formas de ambición muy interesantes de comprender. A saber: Vitex Agnus Castus (22 de Capricornio) y Plumbum Metallicum (24 de Capricornio), que irán resonando más fuerte según se acerque el tránsito de Plutón durante estos próximos años.

Ególatra e insistente hasta la repelencia. Le importan las personas en la medida en que puede beneficiarse de ellas. No obstante, cuando este interés está vivo, puede comportarse como un seductor. Sin embargo, por el contrario, cuando no lo hay, su actitud puede resultar gélida, distante o despótica. Cannabis Sativa es un psicópata potencial, un ser que sólo atiende a su propia conveniencia e interés. También hay personas Cannabis Sativa, en el extremo contrario, que parecen ser todo bondad. Y lo son porque son conscientes del potencial ególatra y maligno que hay en su interior. En este caso, se trata de personas que han decidido obrar a partir de la bondad. Sin embargo, es posible que se encuentren con la maldad personificada en otros individuos o a través de situaciones que les salpican. En este caso, un trabajo interesante podría ser saber sacar la maldad del armario en entornos en los que no se perjudique a nadie, y que tampoco se personifique contra uno por parte de invasores psicópatas del entorno. Es decir, el carácter Cannabis Sativa puede generar dos tipologías: la del ambicioso que rechaza todo límite o la del humilde que se cuestiona sus aspiraciones. La diferencia entre el primero y el segundo es que el primero no es consciente de los efectos secundarios de sus propios actos; el segundo, en cambio, sí lo es y, por lo tanto, puede prever qué consecuencias negativas puede acarrear su ambición sobre sí mismo y sobre los demás. Por tanto, pues, un tratamiento con este homeopático tanto puede resultar de interés a quien peca por exceso como a quien peca por defecto.

Cuando la persona Cannabis Sativa se da cuenta de su egocéntrica forma de ser, cuando cambia de polaridad, se vuelve muy autocrítica, hasta el punto de aniquilar las posibilidades de éxito en la vida. Este nivel de autocrítica no permite percibir la realidad justa. Con semejante actitud, hasta es posible que la persona no se soporte a sí misma, lo cual puede llevarla a no querer verse, ni a ser capaz de reflexionar sobre ella. La necesidad de calma lo lleva a realimentar la tormenta. Y así es como puede volverse adicto a la ambición, al dinero, al poder, al trabajo, a las drogas, al alcohol, al juego, al sexo compulsivo, a compañías destructivas, a la vigorexia y a cualquier actividad creativa o destructiva que sea capaz de apaciguar la furia interna.

El individuo Cannabis Sativa puede ser proactivo hasta la naúsea, ya que a menudo resultan molestos para los demás, pues les hacen sentirse objetos. Por la misma razón, los Cannabis Sativa que funcionan desde el registro contrario, desde la bondad pasiva, comprobarán que propenden a convertirse en víctimas fáciles de los depredadores emocionales.

El drama de Cannabis Sativa es que no conoce sus límites. O los conoce, pero no los acepta. Por la misma razón, tampoco sus posibilidades, que o no las conoce o no las acepta. Aspira a todo y no puede llegar a nada. Tiene quereres fuertes con propósitos que son superados por el vaivén de sus ambiciosos caprichos. Lo que quiere lo quiere fuertemente, pero falta una voluntad disciplinada y ajustada a las reales posibilidades.

Cannabis Sativa no acepta fácilmente ser tocado, no muestra empatía y vive únicamente para si mismo. Incluso puede padecer de alguna fobia social que le lleva a la autoexclusión, aunque puede pasar por etapas de gran socialización, en especial cuando tiene algún interés que requiera usar a los demás en beneficio propio. En este sentido, Cannabis Sativa puede resultar repelente para los demás, debido a su egocentrismo, que es percibido como invasivo o excesivamente aprovechado y oportunista.

La persona Cannabis Sativa tiene metas fuertemente idealizadas. Cuando ve que no las puede concretar, su forma de autodefensa es cambiando de metas, dispersándose, abandonándose o culpando de ello al contexto social. Su vida puede acabar convertida en viva expresión de Sísifo arrastrando la piedra montaña arriba. La consecuencia de ello es el desperdicio del potencial, ya sea por perseguir metas inarmoniosas o por poner condiciones que no favorecen la realización. Bien, en realidad las metas pueden ser realistas, pero la actitud de Cannabis Sativa las convierte en inarmónicas e imposibles. Lo satisfactorio sería escoger una meta posible, un propósito y dedicarse a él incondicionalmente y sin preocuparse por los resultados, de si llegan o no  llegan, o de si habrá reconocimiento social o no lo habrá, o de si ello generará o no el beneficio material esperado.

Es posible que las ambiciones de Cannabis Sativa sólo sean una tapadera orientada a enmascarar un rechazo pre-existente en relación al mundo de lo humano. Es muy posible que detrás de estas ambiciones haya una intención de darle una lección al mundo, como si esas ambiciones tuvieran un componente de venganza.

Llegados a este punto, podemos entender que un trabajo con Cannabis Sativa giraría en torno al desarrollo de la humildad, de la calma, de la paz interior, para poder llegar a apreciar la realidad por lo que es y no tanto por lo que uno quisiera que fuese. Y todo ello, para una mayor integración armoniosa de los propios propósitos en consonancia con los del grupo, para conseguir de éste la complicidad necesaria. También, y por la misma razón, dulcificar la presión interna, para mejorar los aspectos cardíacos y procurar que la efusión por la realización de las metas no perturbe la calma y la acción incondicional que estas demandan, incluyendo las de la propia contemplación. Tengamos en cuenta que Cannabis Sativa puede verse atrapado por su propia frustración, hasta el punto de llegar a convertirse en un indigente que ha perdido sus referencias, su identidad y el sentido de la lucha. O alguien que en su miseria se ve obligado a vivir de los demás, lo cual sería una paradoja cruel del destino de una persona que aspiraba a ser totalmente autosuficiente.

Cannabis Sativa puede resultar de utilidad a personas que ponen tanta fuerza en sus propósitos que lo que consiguen es el efecto adverso sin darse cuenta. Así, pues, la adversidad que uno percibe en el exterior está troquelada por la adversidad que uno lleva dentro de sí. También es posible encontrarnos con personas que abominan de sus ambiciones, haciendo los posibles para no llegar a nada en la vida. De ahí que un trabajo interesante sea concentrarse en un único propósito y no abandonarlo, aunque los resultados puedan demorarse toda una eternidad, entre otras cosas porque la acción calma ya es en sí misma un logro verdadero. Por otro lado, esta calma que la acción incondicional requiere generará un cambio de percepción del mundo y de uno mismo.

Cannabis Sativa es el reverso de Cannabis Indica. Este último tiene un registro más femenino, mientras que el primero está más relacionado con patrones de comportamiento masculinos (o masculinizados).

Cannabis Sativa y el grado 18 de Capricornio.

En el rubro formado por Cannabis Sativa y el grado 18 de Capricornio confluyen la ambición de largo alcance junto con una precipitación por parte del individuo. Es decir, el ambicioso pierde la paciencia y se exige a sí mismo aspirar en tiempo presente a todo aquello que, en otro tipo de personas o en situaciones históricas diferentes, hubiera sido posible encarnar a lo largo de diversas generaciones. Podríamos decir que en este rubro hay peligro de colapso personal por exceso de ambición, como si el excesivo querer acabara matando la nobleza de propósitos, llevando a la persona a un abismo creado por su propia egolatría, pudiendo volverse mezquina, manipuladora o depredadora.

Los Cannabis Sativa son fácilmente frustrables y pueden sufrir de hipertensión, hipotensión, problemas circulatorios, taquicardias, etcétera.

--> Un trabajo relacionado con este rubro sería procurar que la nobleza de la actitud se mantenga a la par con la nobleza de lo ambicionado. Lo contrario de ello resultaría en una nobleza de propósitos pervertida por una actitud innoble.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido Jesús Gabriel
Me alegra volver a leerte después de la intensa campaña para publicar mi primer libro
Pincha en este enlace↓
Palabras nacidas de la espuma

Deseo seguir disfrutando de tus letras.
Un cálido beso!