miércoles, 28 de febrero de 2018

El tranvía esquizoide del siglo XXI

Estamos en Barcelona, en el siglo XXI. En el anterior, cuando desaparecieron los tranvías, allá por los primerísimos años 70, se celebró el hecho como si se tratara de algo bueno. Parece como si los tranvías fueran incordiantes. Sin embargo, intuyo, el motivo fue otro: ¿acaso favorecer a las constructoras de autobuses, que eran nacionales? Es muy posible, pues la mayoría de los tranvías entonces en circulación eran importados de Estados Unidos (de segunda mano). Unos cuantos años más tarde, en el 2004, los tranvías volvieron a rodar. Esta vez, eso sí, nuevos, flamantes. La razón de este retorno, según dicen, es porque es un medio más ecológico. Y yo tengo mis más y mis menos con esta excusa pro ecológica.

De acuerdo con que el tranvía es (o era) más ecológico que el autobús. Este argumento resultaba bastante creíble hace, por ejemplo, 20 años. Pero de un tiempo a esta parte, con los avances en motores híbridos, el asunto de la ventaja ecológica no está tan clara. El Ayuntamiento de Barcelona quiere impulsar la prolongación del tranvía por la Diagonal, una avenida que hace poco tiempo ha sido reformada. Ello supondría volver a reformarla, a hacer obras, etcétera. Y todo con la excusa de la ecología y la sostenibilidad. Pero en qué quedamos: las instituciones municipales apuestan por el motor híbrido o nos quieren meter un gol con el tema del tranvía. ¿Alguien me puede explicar si Barcelona está siendo gobernada por quienes suponemos o, más bien, por lobbies de todo tipo, incluyendo, por decir alguien, la Siemens. Y si estiramos del hilo, observaríamos que la mayoría de decisiones que se toman en otros temas vienen total o parcialmente influenciadas o coaccionadas por lobbies industriales o empresariales (etcétera).

Otra: ya puestos pensar en términos ecológicos, ¿por qué no implantar el trolebús, y más ahora que pueden conmutar el motor híbrido con la catenaria? Hay trolebuses que pueden funcionar de un modo eléctrico (con trole) o con motor (híbrido) según se den las circunstancias.

Y la otra: el tramvia blau está de pausa hasta nuevo aviso, según dicen, o quizá esté yendo hacia su desaparición definitiva. Me parece una buena idea que haya un tranvía como este, por el testimonio de un tiempo pasado. O por el turismo, que bien lo aprecia. Ya puestos: ¿por qué no prolongar su recorrido hacia Vallvidrera, por un extremo, como antiguamente, y hacia el Monasterio de Pedralbes, por el otro? Si de lo que se trata es ofrecer alicientes turísticos, ¿no podría acometerse un proyecto tal?

En fin, diletancias esquizoides en una ciudad igualmente esquizoide.

martes, 20 de febrero de 2018

El enigma 2020 y la Criptosociedad


¿Se volverá el capitalismo criptocapitalismo?
¿Se volverá la sociedad criptosociedad?

Me referiré a un tema que nos llevará a experimentar un punto de inflexión en el 2020. Hablo de las conjunciones entre Saturno y Plutón. Y justamente en el 2020 se produce una. De hecho, el 2020 va a ser un año rico en conjunciones, o lo que es lo mismo: un año de finales y principios muy sonados. Vamos, que lo vamos a notar, y muy mucho. A parte de la de Saturno y Plutón, tendremos la de Júpiter y Plutón y la de Júpiter con Saturno. Estamos ante una incógnita que puede ser dramática.

En 1982 se produjo la anterior, la que inicia el actual ciclo sinódico entre Saturno y Plutón que concluye en el 2020. Estamos, pues, ante la agonía del ciclo. Esa conjunción, la de 1982 acaeció en el signo de Libra. La anterior, la de 1947, fue en el signo de Leo. Entre Leo y Libra se forma un armonioso sextil. O lo que es lo mismo: el contenido histórico de los periodos respectivos -1947-1982 y 1982-2020- representa una cierta continuidad lógica. Sin embargo, la próxima, la del 2020, se hace en el signo de Capricornio, que hace cuadratura con el signo de Libra. Ello me lleva a pensar que la ley del péndulo actuará de forma particularmente intensa y dramática. Como Saturno y Plutón tienen que ver con el poder, con quienes lo ejercen y con quienes lo sufren, veremos una actitud como poquísimas veces antes habíamos visto. Este cambio de ciclo viene revestido de un reverdecimiento de lo inquisitivo. En otras palabras: vamos a asistir a un golpe de estado que quienes detentan el poder se hacen a sí mismos. Voy a procurar razonarlo.

La conjunción de 1982 abrió el periodo neoliberal, caracterizado por la deslocalización y desregulación de lo empresarial, de lo laboral, de lo económico y de lo financiero. Se nos vendió la historia de que el progreso era para todos, siempre que las personas fueran lo suficientemente astutas y avispadas. Fruto de esta idea son los nuevos ricos, aquellos quienes supieron llenarse los bolsillos. No me meteré con el tema de la honestidad. Lo cierto es que la crisis que nos ha asolado durante estos años ha sido fruto de toda esa forma de hacer (o de deshacer). Se podría decir que muchos contratos se escribían en servilleta de papel. O lo que es lo mismo: el progreso se basaba en la confianza de unos hacia otros. Esta confianza generó riqueza para algunos y estafas para muchos. Es lo que tiene pasar de lo regulado a lo des-regulado.

A partir del 2020, y lo vamos notando ya, como la conjunción se hace en Capricornio (y en cuadratura con la anterior, la de Libra), vamos a asistir a una super-regulación. Es decir, una regulación obsesiva y neurótica. O dicho de otro modo: la actividad libre, especialmente la profesional, va a ser interceptada. De hecho, cada vez hay más personas que se quejan de que sus cuentas en redes sociales han sido bloqueadas. Por consiguiente, vamos a ir viendo como se forman dos clases sociales: una aristocracia laboral negra y un precariado multicolor. El mundo va camino de convertirse en un feudo desde el cual se intentará controlar todo. Pero el problema no será el control sino la forma que adoptará, neurótica y obsesiva. Ello nos llevará a vivir episodios que nos recordarán a los de la inquisición.

Una consecuencia previsible es que se procurará que en las profesiones no haya demasiadas personas que se dediquen a cada una de ellas. Es decir, podrán desarrollar una carrera profesional unas pocas personas. El resto vivirá del vasallaje y de la prostitución (laboral) a bajo precio.

Ignoro qué pasará con los astrólogos, que tanto proliferamos en las redes sociales. Si aplicamos lo anteriormente dicho, únicamente podrán dedicarse quienes paguen impuestos por su dedicación. Es decir, los que estén dados de alta en el gremio correspondiente. ¿Quiere ello decir que se va a acabar el trabajo ejercido por libre? Es posible.
El otro motivo de inquisición es que se rumorea de que se va a impedir la libre circulación de opiniones. Es decir, supuestamente vamos a ir a un mundo más seguro y mucho menos libre. Bueno, lo de la seguridad es un decir. Supongo que los astrólogos, en la medida que vaticinamos cosas que atañen a los poderosos y a los aspirantes a ejercer el poder, especialmente por parte de quienes hacemos astro-mundial, vamos a ser objetivo experimental. Es algo que lo notaremos progresivamente según atravesemos el 2020. Los motivos para la persecución de la astrología van a volver por sus fueros. Y los que hacen astrología psicológica también van a recibir invectivas por quienes se sientan únicamente legitimados para ejercer oficios psicológicos. O lo que es lo mismo: los astrólogos que quieran ver protegido su trabajo deberán colegiarse, constituirse en aristocracia y pagar impuestos. Y hasta es posible que si los astrólogos nos constituyéramos en colegio profesional, éste acabaría siendo igual de inquisitorial.

Discúlpenme, pero hoy estoy goyescamente fabulador. No me hagan mucho caso.

Para quienes están siguiendo el tema político que afecta a la relación entre España y Catalunya: Este ciclo, el que se inició en 1982, prácticamente discurre en paralelo con la formación del estado autonómico español y el desarrollo y despliegue de las leyes que lo regulan. Como decía antes, ahora estamos en la agonía de dicho ciclo. Pronto veremos qué es lo que pasa con España y con su estado autonómico.


sábado, 17 de febrero de 2018

El Eneagrama de David Barba

A resultas de una conferencia sobre el Eneagrama.

Durante mis primeras incursiones en el Eneagrama, deduje que mi Eneatipo era el 6. Era una etapa en la que me había asociado a un sentimiento de fracaso (y le tenía mucho miedo, todo sea dicho). Más adelante, unos cuantos años después, me asociaron con el 7. De hecho, una amiga que es terapeuta gestáltica, y muy fan del Eneagrama, me dice que soy muy locuaz. Bien, puntualizo, soy muy locuaz con ella, que me inspira a ello.

En cambio, ayer, en la conferencia de David Barba, me consorcié con el Eneatipo 5, el que corresponde al avaro. O sea: durante una buena temporada pondré mi percepción acerca de mis capacidades (las que me quedan) en adobo, a ver si hay algo que sea digno de fructificación.

Otra cosa de la conferencia de ayer: el Eneatipo número 4 es el que corresponde a la envidia. Y según leo en el libro de David, se corresponde con las brujas (y los brujos). Y según recuerdo, en mis andanzas con videntes, veo que es donde hay más envidias y puñaladas traperas. Lo cual no quiere decir que alguien que encaje en el Eneatipo 4 tenga que ser vidente o paranoico.

En fin, menos mal que el mapa no es el territorio, y que el territorio no es el terreno. ¡¡ Menos mal !!

miércoles, 7 de febrero de 2018

El fracaso de la política

El fracaso de la política o la enfermedad como forma de poder.


Observando lo que ocurre en el mundo, parece que la política sea una tortuga con artrosis. Todo avanza a gran velocidad, aunque hay países en los que la artrosis es mucho más grave e invalidante. Lo vemos, por ejemplo, en España, un viejo país que parece no poder sostenerse. El resultado es que todo se ve patético y agónico, mientras soluciones que darían agilidad a los conflictos planteados resultan amenazadoras para el enfermo, que utiliza el inmobilismo propio de su enfermedad como forma de poder.


La política según la astrología moderna.

La política, y los políticos, están asociados a Júpiter. Eso es lo que sostiene la tradición astrológica. Sin embargo, desde que se descubrió Quirón los políticos pertenecen a su ámbito. Es decir, son jupiterianos, por su exposición pública ante la gente y ante los medios de comunicación. Y son quironianos, además, porque no pueden decir la verdad, ni pensar abiertamente. Si Quirón es un lisiado, los políticos entran dentro de esta categoría. Antes del descubrimiento de Quirón, los políticos podían estar revestidos de un carisma. Recordemos a Churchill o a Eisenhower. En cambio, a partir de la década de los años 60, a resultas del asesinato de Kennedy, el perfil que se corresponde con el político contemporáneo es el de alguien cuyas decisiones están coaccionadas por elementos ajenos a lo político: el mercado, las corporaciones, lobbys, etcétera. Por tanto, pues, la figura del político es cada vez más oscura y entorpecedora. Podríamos decir que los políticos son los cortafuegos del sistema. Son personajes con gran exposición pública y sin nada que decir. El político es un valido inválido.

Sobre un aspecto astral que influye, y mucho, en la historia de España.

Siguiendo con lo dicho al iniciar este escrito, vemos que ahora mismo hay un aspecto entre Saturno y Quirón. Es un aspecto lento que viene aquejándonos desde hace unos cuantos meses. Los aspectos entre Quirón y Saturno son de lo más frecuente en cartas astrales de políticos. La unión de ambos da lugar a la procrastinación, una forma de miedo o imposibilidad para decidir, pues la persona se halla fuertemente coaccionada por cosas que no puede desvelar. Sin embargo, más allá de las cartas astrales de personas que se dedican a la política, el actual aspecto de cuadratura entre ambos es decisivo en la historia reciente de España.

La actual cuadratura entre Quirón y Saturno la percibimos, por ejemplo, en la actitud del gobierno de Madrid ante el tema planteado en Catalunya. También lo vemos en el resto del mundo, en el que la política se ve desbordada por los viejos y por los nuevos problemas que una sociedad en rápida transformación plantea a los poderes públicos.
La anterior cuadratura entre Saturno y Quirón coincidió con la muerte de Franco y la consiguiente restauración de la monarquía borbónica. Y la anterior, 1935-1936, coincidió el inicio de la guerra civil española. Y la anterior, en 1914, coincidió con el inicio de la primera guerra mundial y la puesta en marcha de la Mancomunitat de Catalunya.

Este aspecto de cuadratura entre Saturno y Quirón se manifiesta como debilidad profunda disfrazada de prepotencia inmobilista. O lo que es lo mismo: un profundo sentimiento inconfeso de torpeza, el cual es maquillado con una actitud legalista e inflexible.

Un apunte sobre el actual tránsito de Júpiter en Escorpio.

Júpiter ingresó en Escorpio en octubre de 2017. Y ahí estará hasta noviembre de 2018. Escribí de ello en un artículo que publiqué y que llevaba por nombre 10/10/2017: Júpiter, Escorpio, Catalunya.
Las dos ideas básicas que se pueden asociar a esta posición es que el proceso catalán ha entrado en fase de oscuridad. Si tenemos en cuenta que la situación es como un fotograma de una película, la oscuridad es previa a la luz. La cuestión es ir prestando atención a los ingresos de Júpiter en cada signo. Y si tenemos en cuenta que en el 2010 Júpiter ingresó en Aries, y si vamos viendo las cartas de los ingresos en cada signo, desde Aries hasta el día de hoy, vemos que el proceso y cada una de estas posiciones han ido a la par. La próxima entrada de Júpiter en Sagitario, en noviembre de este año, presenta un panorama muy diferente del que está presentando ahora, con la carta del ingreso de Júpiter en Escorpio. O lo que es lo mismo: mientras Júpiter esté en Escorpio, el débil se mostrará fuerte y el fuerte, para seguir siéndolo, deberá hacerse pasar por muerto, herido, náufrago o vulnerable. Esta situación cambiará rápidamente cuando Júpiter ingrese en Sagitario (a partir de noviembre).

En relación al ciclo de 12 años de Júpiter, que se inició con su ingreso en Aries, vemos que su tránsito en signos de Fuego, que forman un triángulo en el tiempo, están coincidiendo con puntos de inflexión muy significativos. En Aries se inició el proceso soberanista; en Leo se celebraron las consultas del 9-N, que sirvieron para aquilatar la fuerza del independentismo. Y ahora falta por saber qué nos puede traer el tránsito de Júpiter por Sagitario. De momento, la carta del ingreso (noviembre de 2018) augura un punto de inflexión muy sustancioso. Vamos, nada que ver con la carta del ingreso en Escorpio.

Este futuro tránsito de Júpiter por Sagitario me da pie para la siguiente reflexión: Si España fue rescatada debido al tema financiero (aunque haya alguien que diga que no lo fue), también podría ser rescatada por el tema político (aunque ese mismo alguien sostenga que no lo será). 

El otro ciclo relacionado con el proceso catalán, a parte del ciclo de 12 años de Júpiter, es el de 14 años formado por el ciclo sinódico entre Júpiter y Urano, cuya conjunción iniciática tuvo lugar en el 2010. Por consiguiente, tomando este ciclo para monitorizar las diferentes situaciones acontecidas desde entonces, vemos que cada aspecto que forman tiene relación con los sucesivos quiebros y requiebros que el proceso político ha ido experimentando a lo largo del ciclo. Una curiosidad relacionado con el ciclo Júpiter-Urano es que la historia del catalanismo está trufada en sus acontecimientos fundamentales por este ciclo. Si les interesa información complementaria relacionada con ello, pueden encontrarlo en este enlace: Catalunya y el ciclo de 14 años.
Del actual ciclo, el que se inicia en el 2010, el primer trígono que ambos formaron aconteció en el 2014; y el segundo y último trígono acontecerá a finales de 2019. Los trígonos son favorables para las causas auguradas por la respectiva conjunción, la del 2010. Y todo se pone a tiro para que el 2020 resulte fundamental, un año rico en eventos astrales. 

La astralidad de Saturno y Pholo.

Además de los ingresos por signo de Júpiter, y el ciclo sinódico formado por Júpiter y Urano, tenemos los ingresos respectivos de Saturno y Pholo en Capricornio. Saturno en Capricornio representa la tentación de acumular más poder por parte del poderoso. En cambio, Pholo representa una tendencia inconsciente a actuar en contra de los propios intereses. Y eso es algo que estamos viendo en muchos aspectos de nuestras vidas. La función de Pholo, compleja, es que cuanto más se propone uno conservar algo, más acaba perdiéndose. Este hecho resulta más patético cuando uno está expuesto a la mirada pública, como es el caso de los gobernantes. En relación al conflicto entre los catalanes y el gobierno de España, y viendo que la política va de parálisis en parálisis (asociando este hecho a la cuadratura entre Saturno y Quirón), los progresos se producirán desde iniciativas privadas, por estar liberadas de la exposición pública.

Macroastrología: Afectación del ciclo Eris en España.

En algunos artículos publicados en este blog, les comenté la importancia que tienen los tránsitos de Eris en la historia imperial de España. Eris es un planetoide del mismo tamaño que Plutón, pero mucho más alejado. Su ciclo se le puede asociar con uno de los que maneja Alexandre Deulofeu en su Matemática de la Historia. Por ejemplo: Eris está en el grado 19 de Aries en el mapa correspondiente con la boda de los Reyes Católicos. La siguiente vez que transitó por ese grado fue durante el gobierno de Zapatero.

En relación al ciclo sinódico formado por Eris y Plutón, podemos deducir que es especialmente importante para la relación entre la élite burguesa catalana (aspirante a influir en los gobiernos españoles) y la élite caciquil española. Esta idea la expuse especialmente en este artículo: El ciclo capital de 357 años. En él desarrollé la idea de que la conjunción y las cuadraturas son determinantes para esta relación. Y ahora tenemos ante nosotros la próxima cuadratura, que acontecerá en el 2020.
En relación a este punto, deduzco que el proceso independentista catalán está siendo utilizado por parte de esta élite para situarse en España. El síntoma más claro es el auge de Ciudadanos, apoyado por el Opus Dei, por La Caixa, por el Banc de Sabadell, etc... además de por la FAES de Aznar. 
Deduzco de ello que el ámbito privado está haciendo lo que la exposición pública de la política no permite hacer.