sábado, 17 de febrero de 2018

El Eneagrama de David Barba

A resultas de una conferencia sobre el Eneagrama.

Durante mis primeras incursiones en el Eneagrama, deduje que mi Eneatipo era el 6. Era una etapa en la que me había asociado a un sentimiento de fracaso (y le tenía mucho miedo, todo sea dicho). Más adelante, unos cuantos años después, me asociaron con el 7. De hecho, una amiga que es terapeuta gestáltica, y muy fan del Eneagrama, me dice que soy muy locuaz. Bien, puntualizo, soy muy locuaz con ella, que me inspira a ello.

En cambio, ayer, en la conferencia de David Barba, me consorcié con el Eneatipo 5, el que corresponde al avaro. O sea: durante una buena temporada pondré mi percepción acerca de mis capacidades (las que me quedan) en adobo, a ver si hay algo que sea digno de fructificación.

Otra cosa de la conferencia de ayer: el Eneatipo número 4 es el que corresponde a la envidia. Y según leo en el libro de David, se corresponde con las brujas (y los brujos). Y según recuerdo, en mis andanzas con videntes, veo que es donde hay más envidias y puñaladas traperas. Lo cual no quiere decir que alguien que encaje en el Eneatipo 4 tenga que ser vidente o paranoico.

En fin, menos mal que el mapa no es el territorio, y que el territorio no es el terreno. ¡¡ Menos mal !!

6 comentarios:

Sisebuto Madariaga dijo...

O sea que, si lo entiendo bien, nos va a poner usted a dieta durante una larga temporada. Injusto tratamiento parea quienes hemos sido sus fieles seguidores.

ratpepe dijo...

Entiendo lo mismo que Sisebuto Madariaga. Pero no no seré yo quien cuestione su decisión. En todo caso sepa que para algun@s de nostr@s es usted como un faro en la niebla.

Jesús Gabriel Gutiérrez dijo...

jajaja... bon dia habemus !!

Jesús Gabriel Gutiérrez dijo...

pero hoy estoy goyesco

Anónimo dijo...

El eneagrama es una muy buena herramienta para el autoconocimiento, como la psicoastrología etc...
Como bien sabes, todas ellas nos ayudan en el camino que transitamos en la Búsqueda hacia la plenitud de nuestras capacidades y esperanzas.
Sin embargo y por suerte, son muchos los caminos y el de cada cual, ése es el que más se nos esconde.

Jesús Gabriel Gutiérrez dijo...

se me ocurre que el camino son los pies.... y que la plenitud empezaría de abajo arriba :-)